Viajes

¿Cómo organizo mis viajes?

Estamos pasando por un momento muy complicado y viajar es una de las cosas que estamos teniendo que postponer y dejar para más adelante. Pero estoy segura de que esto también pasará y, en unos meses, podremos volver a una vida relativamente normal. Así que estos meses, además de utilizarlos para poner al día el blog con todos los viajes de hace años que todavía no he publicado, estoy programando nuevas aventuras y destinos, guardando muchos posts en Instagram, entradas de mis blogs de viajes favoritos y fotografías de Pinterest.

Siempre lo digo y es que esta parte del viaje, la de organizarlo, es una de mis favoritas. Me sumerjo en Internet y otro tipo de guías y voy a apuntándome ideas, lugares, sitios menos conocidos, rutas, restaurantes e, incluso, puntos instagrameables, como buena defensora del postureo y de una foto bonita.

Además, esto no solo lo hago con mis viajes, a más de un amigo le he ayudado a organizar sus viajes o escapadas y lo disfruto casi tanto como si fuera para mí. Su respuesta siempre es muy positiva y me han preguntado más de una vez que cómo lo hago, cómo organizo las rutas, los días… del viaje. Así que, aquí van algunos de mis puntos a seguir cuando organizo un viaje en forma de consejos.

Elegir el destino y la fecha

Lo primero, siempre, es elegir a dónde ir y cuándo. El orden de esta elección dependerá de nuestra disponibilidad, sobre todo, del tiempo, a no ser que tengas clarísimo el destino al que quieres ir y ya, a partir de ahí, elijas la fecha que más te convenga.

En mi caso, no es así. Yo no suelo decidir el destino como tal, quiero ir a tantos lugares que prácticamente lo que intento es no repetir el lugar ni el tipo de viaje y, así, ir intercalando turismo por Europa, escapada por España, playa o montaña, hotel o furgoneta…

Si mis fechas son cerca de la Navidad, intento elegir un destino que sepa que va a tener una decoración navideña bonita porque me encanta viajar por Europa en estas fechas y disfrutar de las luces navideñas, la decoración, los mercadillos… Si, en cambio, pienso en unos días de verano, mi cabeza se teletransporta directamente a playas y sol.

También, tengo en cuenta en qué temporada voy a viajar e intento evitar las temporadas más altas, sobre todo por la cantidad de gente que se aglomera. No sería capaz de irme a París o Roma en pleno agosto; entre el calor y la gente me volvería loca. Además, si evitas esas fechas, ahorrarás mucho dinero.

Así que, mi forma de proceder es siempre elegir una fecha más o menos flexible (yo tengo bastante suerte en cuanto a poder organizar mi tiempo libre, aunque sea escaso) y, tras esto, me adentro en el segundo punto, del que ahora os hablaré, que es buscar los vuelos, y elijo el destino que mejor se adapte al tipo de viaje que quiero hacer y los precios que encuentre de los vuelos. Casi todas mis elecciones de los viajes se han basado en eso, en haber encontrado una buena oferta a ese lugar en las fechas que quería.

Incluso, he llegado a organizar absolutamente todo, fechas y destino, teniendo en cuenta alguna oferta de vuelos que era irrechazable. Entiendo que es complicado por la disponibilidad que deja el trabajo y demás, pero al menos el destino, salvo que quieras ir a uno sí o sí, yo recomiendo siempre dejarse llevar un poco en la elección. Los destinos que, quizá, de primeras no hubiera elegido fueron los que más acabé disfrutando, como fue en el caso de mi viaje a Dinamarca.

Otra cosa a tener en cuenta también al elegir el destino es el número de días de los que dispongo. Si mi destino es Escocia, esperaré a tener por lo menos diez días para recorrérmela entera en una furgoneta, porque es el tipo de viaje que quiero para ese país. Pero si pienso en una ciudad como Bruselas, quizá con una escapada de tres o cuatro días me venga bien e incluso me de para visitar ciudades cercanas como Brujas o Gante.

Otra variable es el tipo de compañía con la que voy a viajar, no es lo mismo hacerlo sola, con una o dos personas o viajar con un grupo de amigas de ocho. Y tampoco es lo mismo viajar con alguien que lo hace de la misma forma que tú, en mi caso sin descansar ni medio segundo, que con alguien que prefiere disfrutar tranquilamente sin necesidad de madrugar o recorrerse una ciudad a pie.

Vuelos (u otro transporte)

Otro punto a tener en cuenta y, como ya he dicho más arriba, para mí, casi el más importante es conseguir los vuelos (sobre todo) o el transporte que sea si no va a ser volando. La mayor parte de mis viajes los he empezando organizando partiendo de aquí. Abro Skyscanner y también la aplicación de Ryanair y me pego horas buscando ofertas.

Con Skyscanner, todo el mundo estará de acuerdo en que es de las mejores formas para encontrar vuelos a todo el mundo; ahora hablaremos de cómo utilizarla o al menos como lo hago yo. Pero con Ryanair, sé que no estaréis la mayoría conformes. Sin embargo, es que yo no puedo tener ninguna queja ni media. Jamás he tenido una cancelación ni retraso, he encontrado ofertas increíbles y, aunque me tienen algo enfadada con eso de que ahora te cobren las maletas de mano, yo siempre he tenido la gran suerte de tener viajes perfectos con esta compañía. Así que, suele ser una de las aplicaciones que primero consulto a la hora de elegir vuelos.

Para encontrar vuelos baratos, está claro que el primer consejo es la antelación. Cuanto antes reserves los vuelos (lo mismo pasa con el alojamiento), más barato te saldrá. En enero suele haber muy buenas ofertas, sobre todo, para el verano. Si ya sabes cuando vas a tener las vacaciones de verano, las rebajas de las aerolíneas suelen ser en este mes. Pero si no puedes adelantarte tanto, al menos intenta comprar los vuelos por lo menos dos meses antes.

Como ya he adelantado, Skyscanner es una gran herramienta a la hora de encontrar ofertas de viajes. Supongo que la mayor parte de la gente, por no decir toda, conozca esta página o más bien este buscador que compara el precio de más de 1000 aerolíneas del mundo en unos segundos, dándote las ofertas de los posibles vuelos ordenadas por precios y redirigiéndote a la página de la aerolínea, es decir no vas a contratar a través de Skyscanner, lo que quiere decir que jamás te va a cobrar por este servicio, no hay comisión, como si pasa en otros buscadores.

Las funcionalidades de este buscador son muchas. Pero mis favoritas son las siguientes.

  • Si no te importa el destino o tienes más o menos disponibilidad de días, puedes poner el origen y el mes que quieras viajar y la propia página te recomienda los diferentes destinos con sus diferentes ofertas y las fechas más baratas para viajar. Yo puedo pegarme días buscando vuelos, miro distintos orígenes, combinaciones, días, semanas…, comparo con otros buscadores o las propias páginas de las aerolíneas…. Por lo que un buen truco que a mí me vino muy bien es abrir el navegador en modo incógnito, para evitar cambios en los precios de los vuelos: muchas páginas y compañías utilizan los datos de los compradores, sus visitas y elecciones de los posibles vuelos para subir los precios la siguiente vez que te metas a buscarlos.
  • También puedes jugar con la propia ciudad de origen y descubrir poniendo España, en mi caso, que desde otras ciudades que no sea la tuya quizá la oferta sea (brutalmente) mayor a ese destino al que quieres ir.
  • Si has estado buscando para un viaje en concreto o ha habido un destino que te ha interesado, puedes crearte una alerta para que te envíen un email cada vez que el precio suba o baje en esos vuelos.
  • Me encantan las comparativas que hace con gráficas anuales y mensuales. Me resulta muy útil a la hora de elegir las fechas teniendo en cuenta estas gráficas. Además de marcarte el mes más económico para viajar a ese destino.

Otro truquito que describí hace poco es la página de Cuponation, una página de cupones para gran cantidad de compras, y, también para descuentos de aerolíneas. Puedes pinchar en la que te interesa y utilizar el cupón que te enviarán por email.

Alojamiento

Una vez que tengo los vuelos o el transporte que sea (hablo, sobre todo, de vuelos porque en el caso de hacerlo por carretera suelo ir en coche, aunque, a veces, el AVE también es un buen medio de transporte), mi siguiente paso es buscar el alojamiento.

Para ello, también gasto muchas horas hasta que encuentro una buena oferta y, como para los vuelos, también tengo mis pequeños truquitos (la mayor parte muy simples que seguramente ya conozcas).

Mis plataformas favoritas son dos: Booking y Airbnb. Son en las que suelo encontrar al final la mejor opción, pero hasta dar con ella busco muchas más opciones en distintos buscadores, páginas…

Lo primero que hago siempre es, en ciudades que son especialmente grandes, buscar qué barrios son los más recomendados para alojarte. Hay gran cantidad de blogs de viajes súper completos que de cada ciudad te comentan que zonas son las mejores, ya sea por precio, ambiente, transporte público, seguridad, cercanía al centro… A veces, no es tan importante estar cerca del centro si hay una buena comunicación con medios de transporte público o incluso si vas a alquilar coche, o, por el contrario, puedes encontrar una gran oferta pero está lejos de todo y vas a acabar gastándote más en tickets de metro que la diferencia con otro alojamiento más céntrico.

Mi elección suele centrarse siempre en que no esté excesivamente lejos del centro, incluso que andando pudiera ir (media hora, cuarenta minutos andando no me parece lejos si la ciudad es grande), en que sea un barrio seguro (para mí fundamental) y que tenga buena conexión con transporte público.

Otra cosa que yo también suelo preferir es elegir un alojamiento que tenga cocina, ya sea un apartamento que suele ser lo más cómodo o un hostel con cocina común. He ido a varios de estos y me parece muy cómodo también, además de mucho más barato. Nunca he tenido una mala experiencia a la hora de compartir cocina, ni de limpieza ni de horarios, normalmente mis horarios de comidas no suelen ser los del resto de Europa (como nos pasa a la mayoría de los españoles). El hecho de tener cocina va a ahorrarte mucho dinero, aunque la mayor parte de los días acabes comiendo y cenando por ahí, ya solo el desayuno hace que ahorres bastante.

Sí que es cierto que, con la pandemia, la opción de los hostel con cocina común puede ser menos aconsejable. Pero una vez pase todo volveré a utilizarlos. He llegado a ver a muchas familias utilizándolos y, de verdad, que me parece una forma muy sencilla de ahorrar dinero además de poder conocer a gente.

Últimamente, cada vez es más común que para viajes no muy lejos y de pocos días nos organicemos nosotros casi todo y elijamos el alojamiento. Esto tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes y es que cada vez hay más peligro de que haya timos en Internet, sobre todo en lo que se refiere al alojamiento. Por eso, hay que tener cuidado y contratar en plataformas que sean seguras, sobre todo. Este artículo, que os dejo aquí, me pareció muy útil cuando lo leí. En él hay varias señales de que un alojamiento puede ser un engaño y es que como ellos dicen: «Una investigación previa puede evitar disgustos posteriores».

Alquiler de coche

En la mayor parte de mis viajes, no he alquilado coche, ya que me suelo mover con el propio transporte de esa ciudad y las conexiones en tren o bus con las ciudades de alrededor, como en mi viaje a Berlín o Bélgica. Pero, por ejemplo, en mi viaje a Dinamarca, sí que alquilamos un coche para bajar al sur de la isla de Selandia. Y, como dos únicos consejos, porque no soy nada experta en el tema, os diré, en primer lugar, que alquiléis el coche ya desde aquí con antelación, nosotros no lo hicimos y, aunque al final conseguimos uno, fue una odisea, no había disponibles y perdimos mucho tiempo. Y, el segundo, que contratéis un buen seguro, para mí lo mejor es siempre a todo riesgo, pagas algo más, pero te olvidas de los posibles problemas que puedas tener. 

Hay un buscador bastante conocido que se llama Auto Europe que, por lo que dicen, es muy útil.

Organización del viaje por días

Primeros apuntes

Una vez tengo el destino y las fechas decididas y los vuelos y el alojamiento reservado, me pongo manos a la obra con la organización del viaje propiamente dicha. Lo primero que hago es leerme blogs de viajes, guías, información turística oficial, veo vídeos de Youtube y me sumerjo en Pinterest e Instagram y voy apuntando todo lo que me va interesando en el ordenador, sin ningún orden en concreto; un conjunto de notas, enlaces, ubicaciones… que, a simple vista, no parecen realmente útiles. Pero esto solo es el punto de partida.

Lugares imprescindibles

Una vez tengo apuntado una gran cantidad de sitios y lugares interesantes, me marco aquellos que considero imprescindibles en mi viaje, que sí o sí voy a tener que visitar, ya sea porque son los más turísticos y no puedes irte de París sin ver la Torre Eiffel o por tema de mis propios gustos. No me refiero solo a monumentos o museos, puede ser una tienda, una calle muy fotografiable o un mural de una pared.

Ruta (Google maps) e información general (horarios, precios...)

Mi siguiente paso es trazar una “ruta” teniendo en cuenta los lugares imprescindibles que me he marcado con la ayuda de Google maps. Esto me da una idea de qué ver cada día, organizándolo por zonas o conexiones de transporte público. A lo que añado siempre la información de los horarios de los lugares si los quiero ver por dentro. De esta manera, si un museo está cerrado un lunes, ya sé que esa zona la tengo que visitar otro día, o si hay un mercadillo que quiero ver un jueves, esa zona la visitaré el jueves.

También compruebo los precios antes de tiempo y reservo, con antelación, algunas entradas, lo que suele tener descuentos. Esto además me permite eliminar aquellos lugares que quizá creía imprescindibles, pero que el precio me dice todo lo contrario.

Al organizarme por zonas, puedo apuntarme aquellos lugares extra (los que no he marcado como imprescindibles) que están cerca y, así, si una vez allí, me sobrara tiempo puedo pasarme a verlos.

Además, si he leído sobre algún restaurante o cafetería recomendada por algún blog, me lo apunto y ya sé que en aquella zona por la que voy a estar ese día puedo comer bien o a buen precio, sin necesidad de volverme loca buscando y sin llevarme más de una sorpresa.

Eso sí, en todos mis viajes, lo primero que hago es un free tour de la ciudad. Me permite centrarme un poco en los puntos de interés, saber dónde están, qué hay cerca, qué, no, preguntar al guía sobre lugares de interés, restaurantes… y, siempre, consigo recomendaciones muy interesantes, al fin y al cabo vienen de personas que viven allí. Es cierto que no siempre he tenido suerte con los free tour y he tenido alguna experiencia no muy buena, pero, a pesar de todo, creo que es un buen punto de partido.

Puede parecer algo tedioso y que quita naturalidad al viaje, que te encorseta a seguir un guion, y nada más lejos de la realidad. Una vez estoy en esa ciudad, rara vez sigo al 100% la organización, pero sí me permite ahorrarme malos tragos al llegar a una Iglesia después de una hora de tranvía desde la otra punta de la ciudad y que esté cerrada o perder el tiempo en intentar verlo todo e ir dando palos de ciego porque no se dónde se encuentra cada cosa.

Aunque parezca todo lo contrario, llevarlo todo más o menos organizado me da mucha más flexibilidad que si no lo llevo. Me permite disfrutar mucho más de los lugares que visito porque tengo el doble de tiempo cada día al no perderlo en ir de un lado para otro como pollo sin cabeza. Es cierto que siempre acabo corriendo, que ocurren mil imprevistos, que paseando me enamoro de un lugar que no tenía apuntado y es el mejor descubrimiento del viaje. Pero, al menos para mí, todo esto es gracias a que al organizar una idea de ruta consigo no perder el tiempo en el propio viaje, aunque luego acabe cambiando los días e incluso las propias ciudades que visitar y acabo haciendo todo este trabajo en un tren de cercanías con el móvil y una libreta.

Documentación

Algo realmente importante a la hora de organizar un viaje es tener en cuenta la documentación necesaria. Dependiendo de tu destino necesitarás más o menos documentos.

Dentro de la UE, con el DNI no tendrás ningún problema, aunque yo siempre recomiendo viajar además con el pasaporte. En aquellos países en lo que sea obligatorio viajar con pasaporte comprueba que tenga 6 meses de validez teniendo en cuenta la fecha del viaje.

Algo que tampoco debes olvidar es la tarjeta sanitaria europea si viajas por Europa. Puede parecer una tontería y quizá pienses que «qué más da si estás sano y nunca te pasa nada», pero puede pasar y te ahorrarás más de un problema, sobre todo económico. Para fuera de Europa, para mí, es imprescindible contratar un seguro (quizá hay quien te lo recomienda también para Europa, pero yo siempre viajo solo con la tarjeta sanitaria y creo que es suficiente).

Un buen consejo es que antes del viaje consultes la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y una vez allí veas la ficha correspondiente del país al que vas a viajar. Hay información muy útil sobre documentación, seguridad, sanidad…, además de recomendaciones.

De esta manera sabrás que documentos tienes que pedir, visados, permisos, incluso el permiso de conducir internacional o las vacunas que debes ponerte antes de viajar a determinados países.

Imagen de cytis en Pixabay

Otras cosas de interés: teléfono, enchufe, moneda, transporte urbano, transporte con otras ciudades…

Ya para finalizar, hay que tener en cuenta otras cosas para no llevarnos una sorpresa al llegar allí.

Algo que yo siempre compruebo es la existencia o no de roaming para el móvil en ese país extranjero. Antes cuando no había, siempre me las apañaba con el wifi del hotel y de cafeterías y bares, nunca he contratado ninguna tarjeta ni tarifa para el extranjero. Pero el otro día, bicheando por Internet, encontré esta empresa, que aunque no la he probado todavía, creo que probaré en el siguiente viaje que la necesite: holafly. Se trata de una empresa española que ofrece tarjetas SIM con datos ilimitados para Internet en el extranjero. Hay una gran cantidad de oferta de países y me parece bastante interesante esta opción.

En segundo lugar, siempre compruebo si en ese país voy a necesitar un adaptador del enchufe o voy a tener algún problema con el voltaje. Parece una tontería, pero te evitará llevarte una sorpresa cuando llegues a tu apartamento u hotel y tengas que encontrar rápidamente una tienda donde comprar el adaptador.

Otra cosa a tener en cuenta es la moneda. Normalmente, yo no suelo cambiar demasiado dinero porque con los cambios de divisa siempre acabo perdiendo dinero, no sé cómo lo hago. Así que suelo tirar mucho de tarjeta. Pero está claro que cambiar algo de dinero es necesario. Puedes o bien cambiarlo en España, aunque se suele perder dinero o en los propios aeropuertos al llegar. Mi consejo es que cambies poco dinero, ya sea aquí o en el aeropuerto, como para poder moverte durante un día y una vez estés en el país, preguntes en el hotel o al guía del free tour dónde poder hacer un cambio que te salga mejor.

Algo que parece lógico, pero que a veces puede pasar desapercibido es tener en cuenta el cambio de zona horaria y también el tiempo que va a hacer, a la hora de hacer la maleta es imprescindible adaptarla al clima.

Otro consejo es que te informes sobre el transporte urbano antes de llegar a la ciudad. Normalmente, desde el aeropuerto vas a tener que coger o bien el metro o el autobús para poder llegar a tu alojamiento (salvo que estemos hablando de un aeropuerto de los de compañías low cost, en cuyo caso tendrás que haberte informado sobre cómo llegar a la ciudad y haber comprado el billete de tren o bus correspondiente). De esta forma ahorraras mucho tiempo y paciencia para hacerte con el ticket correspondiente. Cada país es un mundo en este sentido, en algunos tendrás bonos de días, de viajes, individuales… Podrás ahorrar bastante dinero si te informas de esto y te compras el que más te vaya a servir con tu tipo de viaje. En esto también ayuda haberte hecho una guía sobre qué ver cada día o qué zona visitar porque así sabrás si te hace falta o no transporte público y cuántos días.

Por último, si en mi viaje voy a moverme por más de una ciudad, me informo sobre la forma de moverme de un lado a otro. Qué tipo de transporte, horarios, frecuencia, precios… En más de una ocasión hay ofertas y, como digo siempre, si se mira con antelación no perderás tiempo de tu viaje y, casi siempre, ahorrarás dinero.

Y, hasta aquí, mis secretos a la hora de organizar un viaje. Seguramente, no te haya descubierto gran cosa, pero algún truquito quizá te sirva. Es más que posible que me haya dejado alguno, si tú tienes otros, cuéntamelos en los comentarios y si tienes alguna duda de algo, no dudes en preguntarme. Nos vemos en la siguiente postal.

M. 

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